
En la Antigüedad, las gotas de lluvia se consideraban las lágrimas de los dioses. Aprovecha estos días lluviosos para recoger agua de lluvia. Guárdala en un frasco de cristal hermético y ponlo en un lugar oscuro. Y luego la podrás usar como base por ejemplo de ungüentos mágicos. Mezclada con pétalos de rosa y expuesta a la luna creciente un viernes, se convierte en un mágico tónico de belleza cautivadora.